Al inicio de la década de 1980, la mayor parte de las empresas de servicios de ingeniería y consultoría mexicanos estaban inscritos en la entonces Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CNIC) en cumplimiento de la Ley de Cámaras vigente que marcaba la obligatoriedad de pertenecer a una Cámara y por ser la organización más vinculada con sus actividades profesionales.
No obstante, entre los consultores crecía la insatisfacción por el relativamente bajo nivel de representatividad que tenían en la CNIC, integrada en su gran mayoría por grandes industriales de la construcción y que los dejaba como una minoría al parecer de menor interés para esa organización.
Los consultores se sentían desatendidos y con insuficiente apoyo para el desarrollo de su industria.
Ya varios años antes, muchos habían tenido contacto con organizaciones gremiales de Consultoría en otros países y germinaba en ellos el deseo de contar en nuestro país con una Cámara que cumpliera cabalmente la representatividad de la consultoría y que se dedicara completamente a trabajar en beneficio de esta industria.
En esa época los servicios de consultoría en México eran ya reconocidos y empresarios dedicados a esta industria consideraban indispensable organizarse gremialmente para defender sus legítimos derechos.
En febrero de 1983, se llevo a cavo la Primer Reunión Nacional de Empresas de Consultoría y de Servicios Técnicos, la mayoría agremiados entonces en la CNIC, y un tema nodal de sus discusiones fue evaluar la conveniencia de crear la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría, La Asamblea del evento concluyó que se integrara una comisión para tal efecto.
En mayo de ese mismo año se integró un comité integrado por ocho consultores que tenían amplia experiencia en las industria y contaban con la firme decisión y anhelo de dar forma a la cámara mexicana de la consultoría. El grupo se integró con el Ing. Edwin Simpson Espinosa, Dr. Felipe Ochoa Rosso, Ing. Carlos Ramírez Otero, Ing. Luis Ramos Lignan, Ing. José Antonio Cortina Suárez, Ing. Oscar de la Vega Roldán e Ing. Carlos Gómez Chico, todos ellos teniendo como figura principal al Ing. Oscar Vega Argüelles, uno de los más prestigiados consultores mexicanos y un profesional respetado por los diversos sectores en nuestro país y en el extranjero.
En esa época los servicios de consultoría en México eran ya reconocidos y empresarios dedicados a esta industria consideraban indispensable organizarse gremialmente para defender sus legítimos derechos.
En febrero de 1983, se llevo a cavo la Primer Reunión Nacional de Empresas de Consultoría y de Servicios Técnicos, la mayoría agremiados entonces en la CNIC, y un tema nodal de sus discusiones fue evaluar la conveniencia de crear la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría, La Asamblea del evento concluyó que se integrara una comisión para tal efecto.
En mayo de ese mismo año se integró un comité integrado por ocho consultores que tenían amplia experiencia en las industria y contaban con la firme decisión y anhelo de dar forma a la cámara mexicana de la consultoría. El grupo se integró con el Ing. Edwin Simpson Espinosa, Dr. Felipe Ochoa Rosso, Ing. Carlos Ramírez Otero, Ing. Luis Ramos Lignan, Ing. José Antonio Cortina Suárez, Ing. Oscar de la Vega Roldán e Ing. Carlos Gómez Chico, todos ellos teniendo como figura principal al Ing. Oscar Vega Argüelles, uno de los más prestigiados consultores mexicanos y un profesional respetado por los diversos sectores en nuestro país y en el extranjero.
Este comité fue el encargado de llevar a cabo los trámites, gestiones y conciliaciones necesarias ante las autoridades correspondientes, la CNIC y otros gremios, para organizar la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría. Fueron necesarios dos años de arduo trabajo y convocatoria para lograr el apoyo de la CNIC, cumplir los procedimientos legales y librar muchos obstáculos, entre ellos, la intensión de otras disciplinas por fomar una cámara que definirían como la de consultoría.
Correspondió al Ing. Edwin Simpson Espinosa, Coordinador Nacional del Grupo de Consultores de la CNIC, en el período de 1981 – 1983, dar inicio al proceso formal de gestiones; y al Dr. Felipe Ochoa Rosso, Coordinador del mismo grupo en el período 1983 – 1985, representar a lo largo de esos dos años las demandas de los consultores. El Ing. Vicente Bortoni, Presidente de la CNIC, fue quien finalmente dio el visto bueno de ese organismo para que los consultores se separaran y formaran su propia Cámara.
Contando con esa autorización, La Secretaría de Comercio y Fomento Industrial, no tuvo obstáculo en aprobar la formación de la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría (CNEC), otorgando el aviso correspondiente el 3 de septiembre de 1984. No obstante haber recibido las aceptaciones legales, la naciente organización debió aún enfrentar un amparo presentado por la Cámara de Comercio de la Ciudad de México, quien afirmaba verse afectada en sus intereses por la formación de la Cámara de Consultoría por lo que solicitaba la cancelación de su registro. Luego de un proceso de negociación y de hacer algunas modificaciones en su Estatuto, la controversia se resolvió a favor de los consultores.
El oficio de aprobación para formar la CNEC fue ratificado en el Diario Oficla de la Federación el 19 de abril de 1985, ordenando llevar a cabo su Asamblea General Constitutiva.
Correspondió al Ing. Edwin Simpson Espinosa, Coordinador Nacional del Grupo de Consultores de la CNIC, en el período de 1981 – 1983, dar inicio al proceso formal de gestiones; y al Dr. Felipe Ochoa Rosso, Coordinador del mismo grupo en el período 1983 – 1985, representar a lo largo de esos dos años las demandas de los consultores. El Ing. Vicente Bortoni, Presidente de la CNIC, fue quien finalmente dio el visto bueno de ese organismo para que los consultores se separaran y formaran su propia Cámara.
Contando con esa autorización, La Secretaría de Comercio y Fomento Industrial, no tuvo obstáculo en aprobar la formación de la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría (CNEC), otorgando el aviso correspondiente el 3 de septiembre de 1984. No obstante haber recibido las aceptaciones legales, la naciente organización debió aún enfrentar un amparo presentado por la Cámara de Comercio de la Ciudad de México, quien afirmaba verse afectada en sus intereses por la formación de la Cámara de Consultoría por lo que solicitaba la cancelación de su registro. Luego de un proceso de negociación y de hacer algunas modificaciones en su Estatuto, la controversia se resolvió a favor de los consultores.
El oficio de aprobación para formar la CNEC fue ratificado en el Diario Oficla de la Federación el 19 de abril de 1985, ordenando llevar a cabo su Asamblea General Constitutiva.
La CNEC fue formalmente constituida con 127 empresas socias, el 22 de mayo de 1985 en la Asamblea realizada en el Auditorio de la CONCAMIN.
Ante la escasez de recursos, los socios fundadores continuaron aportando no solamente su tiempo, trabajo y conocimientos, sino también sus recursos económicos y materiales para permitir su despegue y crecimiento inicial. En 1986 la CNEC pudo alquilar oficinas para atención a los agremiados en la Colonia Del Valle, donde permaneció hasta 1996, tiempo en el cual pudo adquirir los despachos que actualmente permanecen en el piso 18 del WTC de la Ciudad de México.
